04 agosto 2014

La historia de éxito de la multinacional mobiliaria Herman Miller empezó en 1923, cuando el suegro de D.J. De Pree, un empresario de West Michigan (EEUU) llamado Herman Miller, lo ayudó financieramente en la compra de una pequeña empresa de muebles residenciales, Michigan Star Furniture, en la que De Pree había trabajado desde 1909. A modo de agradecimiento, De Pree tomó la decisión de bautizarla  Herman Miller en homenaje a su suegro, convirtiéndose en fundador de una de las marcas de diseño más reconocidas del mundo.

Siempre adelantado a su tiempo, D.J. De Pree apostó al mobiliario contemporáneo diseñado por Gilbert Rohde, y los beneficios de esta apuesta se evidenciaron de tal modo que, en 1945, Herman Miller dejó de lado el mobiliario tradicional para concentrarse en el contemporáneo, convirtiéndose rápidamente en sinónimo de muebles "modernos".

A lo largo de su historia, Herman Miller también supo innovar al asociarse con diseñadores reconocidos, tales como George Nelson, Charles y Ray Eames, Isamu Noguchi, entre otros, para producir piezas que se transformarían en grandes clásicos del diseño, como Nelson Marshmallow Sofa, Eames Molded Plastic Chair y Noguchi Table. Desde entonces, ha trabajado con los diseñadores más famosos del mundo para la creación de su vasta línea de productos, tales como Bill Stumpf y Don Chadwick, creadores de la silla Aeron, Sam Hecht y Kim Colin, que proyectaron el Wireframe Sofa Group, Studio 7.5, también responsable del diseño de la silla Mirra 2, Yves Béhar, que desarrolló la silla Sayl, y otros  importantes talentos.

Cambio de paradigmas
Además de desarrollar productos que se consideran íconos del diseño mundial, Herman Miller se puso al frente de la innovación al ofrecer soluciones  de diseño para espacios laborales. Hace más de cuarenta años atrás cambió el paradigma de oficinas de su época con el Action Office, un sistema revolucionario desarrollado por Robert Propst, artista gráfico y escultor que llegó a la presidencia de Herman Miller en 1960. Al investigar las formas en las que el mundo laboral operaba, Propst notó que "la oficina era un terreno baldío, agotaba la vitalidad, anulaba el talento, frustraba la realización".

La respuesta de Propst fue el Action Office, el primer sistema de oficina abierta del mundo, un cambio audaz de las sillas fijas, mesas fijas y conceptos fijos de la época en relación a lo que lo muebles de oficina deberían ser. Con el sistema lanzado por Herman Miller en 1968, Propst atacó al diseño tradicional de las oficinas con un concepto que se ajustaba a la forma en que las personas realmente trabajaban, teniendo en cuenta componentes que pudieran combinarse a fin de convertirse en todo lo que una oficina necesita.

Años después, ante la nueva dinámica de trabajo que se establece durante el siglo XXI, Herman Miller sintió la necesidad de actualizar el concepto de Action Office, adaptándolo a las nuevas necesidades de los trabajadores y las organizaciones. Para tal, la empresa realizó un estudio en los cuatro continentes con la finalidad de entender cómo las personas se relacionaban dentro el espacio laboral, y, como resultado de esto, desarrolló el Living Office (Oficina Viva).

Lanzado en 2013, el concepto propone la creación de oficinas centradas en el ser humano, para que personas y organizaciones vivan una experiencia de prosperidad compartida, con el objetivo de inspirar un lugar de trabajo más natural y deseable, fomentando una mayor conexión, creatividad, productividad y prosperidad para todos. Living Office ofrece, por lo tanto, una variedad en mobiliario y espacios que se utilizan de forma única en cada empresa que desee perfeccionar su ambiente laboral, de acuerdo a sus características y su cultura.

Clásicos: popularidad y transformación
Los diseños clásicos son hoy clásicos por una razón: no sólo son muestra de una gran popularidad, sino que también modifican la manera en la que pensamos, vemos y sentimos. La silla Eames Molded Plywood, por ejemplo, utilizó una nueva perspectiva tecnológica para prescindir del relleno y crispar las nociones tradicionales de confort. El banco Nelson Platform estableció un patrón de valor para muebles multiuso al cumplir el papel de mesa, asiento y plataforma a través de materiales básicos. Y los soportes simétricos de madera de la base de la mesa Noguchi son la misma esencia de la escultura que aparece como mobiliario.

Hoy, además de los clásicos y los nuevos diseños para el hogar, Herman Miller es una empresa innovadora, cuyo “buen diseño” es reconocido dentro del mobiliario contemporáneo de interiores, en soluciones para ambientes de salud, tecnología y servicios relacionados. La empresa le atribuye una gran importancia al diseño, medio ambiente, servicios a la comunidad y al bienestar de sus clientes y empleados. No es casualidad que las formas innovadoras para mejorar el desempeño de las organizaciones de sus clientes se hayan convertido en la marca registrada de Herman Miller.

El “buen diseño” sostenible
Proyectar los productos considerando su impacto ambiental sigue siendo una estrategia empresarial central en Herman Miller. El énfasis en la durabilidad a largo plazo de los productos, la innovación y la calidad demuestran que la empresa ha practicado efectivamente el "buen diseño", aplicándolo también al medio ambiente, por décadas. Como prueba de esto, basta considerar los clásicos de Herman Miller fabricados durante la década de 1950 que aún están actualmente en uso.

En 2012, la empresa reconoció la necesidad de edificar sobre la historia de la defensa ambiental de sus empleados, creando un equipo para superar sus metas y realizaciones. Bautizado “Team 53”, en alusión al año en el que el fundador de Herman Miller declaró que la empresa sería una “buena administradora ambiental”, el equipo se estableció oficialmente en 2013 y su misión es inspirar a los demás empleados en el desarrollo de ideas creativas y la construcción de un mundo mejor.

El compromiso de Herman Miller con la sostenibilidad también incluye la construcción de instalaciones que resaltan el medio ambiente, un mérito del fundador de la empresa, D.J. De Pree. Entre sus muchas directivas ambientales (y humanitarias) visionarias, afirmó que todos los empleados deben acceder visualmente a una ventana con una distancia máxima de dos metros. Hoy, más de 50 años después, esto es famoso gracias a la colecta de luz natural que reduce los gastos en energía y elimina la contaminación causada por la producción eléctrica.

De Pree también declaró que las propiedades de las empresas debían dedicar un 50% o más a espacios verdes, y, todavía hoy, tales indicaciones se continúan practicando en Herman Miller. Es lógico, entonces, que una empresa dedicada a la creación de arquitectura centrada en las personas también haya sido uno de los miembros fundadores del Consejo Green Building en los Estados Unidos (USGBC), ayudando a formular las directivas del Certificado LEED (Leadership in Energy and Environmental Design).

Hoy, Herman Miller se empeña en construir o reformar sus instalaciones para alcanzar los más altos patrones de entidades de certificación independientes, incluso LEED, ISO 1401 y BREEAM (Building Research Establishment's Environmental Assessment Method), un método de evaluación británico de edificios sostenibles. Como empresa ambientalmente progresiva desde hace más de medio siglo, Herman Miller se ha comprometido a seguir explorando nuevos e innovadores abordajes para la creación de edificios ecológicos.

Entre las innumerables acciones de Herman Miller en el área ambiental, cabe destacar el plan de metas sostenibles Perfect Vision, una iniciativa que define las metas de sostenibilidad de la empresa para el año de 2020, como puesta en vertedero cero, generación de residuos peligrosos cero, emisiones atmosféricas cero, 100% de consumo de energía verde eléctrica y edificios con certificación LEED Plata. Herman Miller reconoce los desafíos propios que definen tales objetivos, pero cree sólo podrá alcanzarlos con que el ejercicio del pensamiento estratégico y las tecnologías.

Asumir riesgos y aprender de los errores
Actualmente, en Herman Miller, las personas piensan, aprenden y se comunican a través del diseño. Es el lenguaje a través del cual estas comparten nuevas ideas, enfrentan sus problemas y el camino para realizar cosas grandes. Antes de decidir lo qué hacer y cómo hacerlo, las charlas sobre diseño en la empresa siempre empiezan con la pregunta “¿por qué?”.

El compromiso de la empresa con la excelencia operacional es, por lo tanto, un reflejo de sus valores y su historia en innovación. De esta manera, sabe que las necesidades de sus clientes no se restringen al ambiente laboral, sino que se estima la confiabilidad en todos los aspectos de la relación con Herman Miller, ya que, para responder a sus preocupaciones, esta se dedica continuamente a crear prácticas y tecnologías innovadoras, asumiendo los riesgos propios y aprendiendo de sus errores.

Con esta postura, Herman Miller ha podido consolidarse como una empresa global, con operaciones, oficinas de ventas, revendedores y licenciatarios en más de 100 países en América del Norte, Asia-Pacífico, Europa, Medio Oriente, África y América Latina. Su sede mundial es en Zeeland, Michigan (Estados Unidos), pero posee instalaciones operativas en los Estados Unidos, China, Italia y Reino Unido.

En un intento de explicar cómo han prosperado a lo largo de 108 años, Herman Miller invitó a los animadores holandeses Part of a Bigger Plan para que respondan, en 108 segundos, la siguiente pregunta: “¿Por qué Herman Miller ha logrado mantener su liderazgo en diseño por más de 108 años?”. El resultado es un video institucional donde se registra la trayectoria de la empresa, desde su fundación por D.J. De Pree hasta llegar a nuestros días, pasando por la creación de sus más clásicos mobiliarios, objetos de deseo alrededor de todo el mundo, y su actitud vanguardista en sostenibilidad.

Sobre Herman Miller – www.hermanmiller.com/global/es_lac
El diseño inspirador, las tecnologías de invención y los servicios estratégicos de Herman Miller ayudan a que los demás puedan alcanzar grandes cosas y las empresas puedan desempeñarse mejor. Los productos y servicios premiados de la empresa generarán un ingreso de más de $1800 millones en 2014. Ganadores del National Design Award del Museo Cooper-Hewitt, el diseño de Herman Miller puede encontrarse en colecciones permanentes de museos en todo el mundo. Las prácticas comerciales innovadoras y el compromiso con la responsabilidad social también han ayudado a lograr ubicar a Herman Miller como empresa líder reconocida en todo el mundo. En 2012, Herman Miller fue nuevamente clasificada por Human Rights Campaign Foundation entre las mejores empresas por su Índice de Igualdad Corporativa anual, logrando que su nombre esté entre las 50 Mejores Fábricas de EE.UU., según la revista Industry Week. Herman Miller participa del Dow Jones Sustaintability World Index y cotiza sus acciones en la Bolsa de Valores NASDAQ Global Select Market con el código MLHR.